Archivo de la categoría: General

Tribulaciones de un confinado.- 93

Tribulaciones de un confinado.- 93

He callado unos días esperando y viendo como evolucionaba la situación política y la del COVID. Primero fueron las “Tribulaciones de un confinado”. Después mis escritos los titulaba  “Tribulaciones de un ex confinado por ahora”. Hoy mis presagios se han cumplido y me remito al primer título porque volvemos a estar confinados, esta vez no en casa pero si en Madrid. Ojo todo se andará.

Vuelvo a escribir porque no tengo más remedio. Las noticias me escuecen en lo más hondo. Soy madrileño y quiero a Madrid. El virus asesino se ha cebado con mi pueblo y creo que se ha hecho todo lo que se ha podido  hacer para vencerlo. Pero ese que tenemos por Presidente, ese que se califica de líder mundial, ese mentiroso compulsivo dice que el acuerdo firmado el martes, hoy miércoles ya no vale. Ha durado un día la mentira en la que nació. La mentira del radical comunista que es Pedro Sánchez. Y todo para conseguir echar a la Presidenta de la Comunidad, estrategia que lleva realizando durante largos meses. Si no lo consigue con los votos, siempre queda la moción de censura y convencer a la desarrimadas (he escrito bien desarrimadas).

Cuando he leído las noticias del confinamiento en Madrid capital y otros Municipios de la Comunidad, sólo se me han ocurrido insultos variados hacia el “Falconetti” el Marqués de Galapagar y todos los secuaces de esa banda que forma hoy día el Gobierno. Mis insultos eran muy similares a los escuchados en ese wasap, que se ha repetido hasta la saciedad en las redes, del comisario de policía y miembro de los CEDAX que le dedica a él, al coletas y al gay Marlaska, por no repetir el adjetivo utilizado. Parece que según estudios serios, no como los que hace Tezanos, cerrar Madrid dos semanas supone una pérdida de 6.000 millones de euros a la economía española. Todo ello cuando hoy sale la noticia de que las cotizaciones a la seguridad social no llegan para pagar las pensiones. Recortes o más deuda es lo que toca.

Como madrileño sólo pido a los que pueden hacerlo, convoquen la mayor concentración que se pueda lograr para protestar por esta medida política de cerrar Madrid y no Barcelona, Vitoria, Bilbao o Extremadura con ratios iguales o peores que en Madrid. Es el peaje que este falso Gobierno tiene que pagar al inhabilitado Torra, a los independentistas, a los asesinos de Bildu o a las Comunidades que gobiernan los socialistas para asegurarse sus votos en los Presupuestos y seguir en el poder. La situación de España no se resiste. Que hace el Rey y el Ejército. Ellos, constitucionalmente, tienen la potestad de defender a España y echar al Gobierno.

El Cafetín Croché 19 (continuación)

El Cafetín Croché (continuación)

A Croché no se va generalmente a comer. Tampoco a pasear: se va a estar. Pero estar no significa no comer ni beber y para ello tiene preparada una Carta que parece que va dirigida directamente al buzón de los más exigentes. Aquí no se va a comer un cocido, ni a beber un Rioja del 70. Para eso y para la merluza, el estofado, las pochas con boletus, el chuletón o los carabineros a la plancha ya tiene a su hermano el Charolés. Aquí se va a picar, no como el barilarguero en la plaza de toros, pero sí a picar simplemente, sin castoreño, ni vara, ni toros ni ná.

Y como se dice en la carta, aquí se puede “picar a cualquier hora”. Cuando los cuchillos afilados del frío escurialense no te permiten hacerlo en la terraza sentados en el albero del callejón, lo haremos dentro, también a cualquier hora y siempre a las diez y diez del reloj de la barra. En verano y en esos días azules y soleados de la limpia primavera sanlorentina, la terraza es el sitio ideal para que sobre su albero, bien regado, florezcan las plantas de nuestras mejores tertulias, acompañadas, siempre, de algo de picar . Si te decides, porque el tiempo así lo pide, unas sopas de ajo elevarán tu ánimo hasta las mas altas cotas de tu existencia, trasformando en vitalidad tu estado mustio y destemplado. Si el ajo no te va bien y no tienes reuma- el ajo cura casi todo- una cata de caldo de cocido puede embriagarte casi como una bebida alcohólica y trasportarte a los lares de la abuela que hacía los caldos como Dios manda. Luego puedes probar el queso brie rebozado o una chistorras de Arbizu ( Navarra ) y terminar con una buen postre de leche frita a la llama de Machaquito (ese anisete con el que se bautiza el café mañanero y que es gloria bendita).

También puedes empezar con unas tostadas de changurro de bonito y unos boquerones Victorianos en vinagre. Seguir con una albóndigas de ternera que te harán olvidar las fiebres y enfermedades vacunas- tan en boga hoy en día-. Si te queda todavía algo de hambruna, después de mojar pan en su espesa y bien ligada salsa, pruebas la tarta del Cafetín, hecha en casa con frambuesas, que algún pastelero famoso envidiaría.

Pero yo prefiero empezar por las habitas finas de Alcaudete con jamón, unas croquetas de bacalao y terminar con la cata de callos a la madrileña, que mejoran los que he tomado en Madrid en restaurantes de varios tenedores y estrellas de guías gastronómicas, para finalizar con un postre de Flan de Chocolate que suelo acompañar de nata montada, y todo ello regado con Marqués de Riscal de la reserva numerada del 97. Y si alguna vez decides pasar por allí a picar no te olvides de los mejillones con bechamel o del Tomate al Perrin´s con queso manchego; de las tostadas de Roquefort; de pisto y bonito; de ensalada Imperial o de salmón ahumado. Y si te gustan los calamares no te olvides de pedir unos Calamaritos guisados de la jefa Elisa.

Nota: Me figuro que la carta habrá cambiado, pero era así cuando lo escribí hace algunos años)

 

El Cafetín Croché 18 (continuación)

El Cafetín Croché 18 (continuación)

Un día me encontré en la puerta del Cafetín Croché al pintor Manolo Viola que se había instalado en el San Lorenzo en 1.968, después de vivir en la calle de Ríos Rosas en la casa que vivió Camilo José Cela y creo que Cesar González-Ruano, y que se hizo gurriato hasta que sus pinceles callaron en 1.987. Yo le tenía aprecio y hablábamos de arte, de pintura, de Santa Teresa y de toros,-dos de sus grandes aficiones- y siempre me he preguntado el ¡porqué!, ya que ni sus ideas políticas eran las mías, ni sus destellos anarquistas y fuera de lugar como en aquel Primero de Mayo en una manifestación en la puerta del Hotel Miranda, a los pocos años de morir Franco, no eran los de una persona dialogante. Pero eso es agua pasada y no hay rencor.

EXPOSICIÓN DE CUADROS DE MANUEL VIOLA, PERTENECIENTES A LA COLECCIÓN DE  PEPE PARTIDA – Valdemorillo en Vivo

Viola, de voz quebrada, rota de hablar, era juguetón con los retoques finales de sus cuadros, pintor de gallos y de tinieblas que remataba de rojos, verdes y amarillos intensos, quizás para romper la amargura de sus fondos. Viola iba a muchas tertulias en Madrid y se dejaba ver por los cafés tertulianos. En uno de ellos, el Café Gijón, cuna del movimiento artístico de El Paso con Miralles, Saura y el propio Manolo Viola, ágora de la bohemia mas recalcitrante de la España literaria y poética de principios del siglo XX, le escribió Joaquín Parejo-Díaz unas coplas que tituló “Coplas que no salieron en el NO-DO”, la siguiente:

El día que Umbral llegó al  Café Gijón
A la busca de glorias y de alcobas
Un Louis Amstrong le llamó a media voz.

Es el pintor Viola

Que invita a compartir conversación

Para arreglar el mundo en media hora.

Pero Viola no entraba en Croché y ese día en el que yo le invitaba a tomar un vino, me dijo:

-Yo no entro en el Croché, porque se parece mucho a  mis cuadros  y yo no entro en mis pinturas.

Se marchó y me dejó pensativo e intentando descifrar aquel jeroglífico que me acababa de trasladar.

Recuerdo una partida de mus en la zona abovedada del Cafetín, entre cuatro buenos amigos, que acabó como el Rosario de la Aurora. La culpa no fue del mus ni de los buenos amigos: fue de la cosecha del Rioja que se bebió en la cena y del hielo de las copas que debió sentar mal a alguno.

Tribulaciones de un ex confinado por ahora.- 92

Tribulaciones de un ex confiando por ahora.- 92

La Ley de la Memoria Histórica la mayor mentira de la Memoria reciente. Ahora se aprueba, con los votos de los asesinos de ETA, el anteproyecto de lo que llaman la Ley de Memoria Democrática que es otra gran mentira desde la Memoria y desde la Democracia ya que lo que se pretende, entre otras cosas, es ilegalizar la Fundación Francisco Franco. Sí, ilegalizar la Fundación pero no a Bildu, al Partido Comunista o a ERC, partidos de asesinos y golpistas, Además para reconciliarse con ERC, limpiar el Golpe de Estado de Companys que declaró el Estado catalán en 1.934 en plena II República y limpiar así los miles de muertos que causó.

Ya era hora que el Gobierno se ocupara de estas cosas en lugar de arreglar la economía, el turismo, las pensiones, la sanidad, la pandemia,…Todo esto no corre ninguna prisa.

El Proyecto contempla la creación de un censo de víctimas de la Guerra Civil y de la Dictadura, parece que siguiendo instrucciones de Naciones Unidas. Espero que en ese censo figuren mis dos abuelos y mis tres tíos asesinados por los rojos así como los cientos de miles del bando nacional asesinados por los republicanos. También y esto es para analizar como nazismo puro, un Banco Nacional de ADN de Victimas de la Guerra Civil y la Dictadura, para recibir y almacenar el ADN de víctimas y familiares a fin de contribuir a la identificación genética de las víctimas. ¿De los dos bandos?

La fusión de Bankia y la Caixa, entidad madrileña con entidad catalana va a traer cola. Isidro Fainé, Presidente de la Caixa, es el gran impulsor de la fusión que pretende llevar a esta entidad a ser líder en Madrid y en España. Su personalidad es la de un nacionalista catalán que pretende conquistar Madrid y con ello y con la ayuda del Gobierno, principal accionista de Bankia, conquistar para el independentismo catalán la primera entidad financiera de España y ponerla a su servicio. Eso supondrá ayudas del Gobierno, cierre de cientos de oficinas, salida de miles de empleados…y todo para contentar a los nacionalistas catalanes. ¿Querrá el Gobierno hacer caja con sus acciones en Bankia, para no sabemos qué, o es un guiño más a los nacionalistas golpistas catalanes para asegurarse sus votos?

Isidre Fainé - Wikipedia, la enciclopedia libre

Yo llevo 45 años, primero en Caja Madrid y ahora en Bankia y llevo días preparando mi salida de la entidad que será catalana, una vez encuentre el Banco adecuado a mis intereses y los cambios de domiciliación necesarios. Les aseguro que  no tendré mis pocos ahorros en una entidad catalana independentista que salió de Cataluña exclusivamente por la sangría de salida de fondos que suponía quedarse en Cataluña durante aquellos días del Procés.

El Cafetín Croché 17 (continuación)

El Cafetín Croché 17  (continuación)

El Croché mira hacia dentro, no tiene ventanales para mirar hacia fuera; busca su propio ser, sin tener que ver pasar a nadie, ni que nadie te mire al pasar. Tiene, eso si, puertas y ventanas que sólo tamizan la luz y cuyos cristales están decorados con el nombre del Croché u otros motivos grabados imitando a la técnica del ácido, ácido fluorhídrico que es el único que ataca al vidrio. Proceso antiguo y complicado, debiendo recubrir con betún la parte que no queremos dibujar, la que queda libre. En Madrid existieron maestros importantes de la técnica del vidrio, como Angel Jiménez Ochoa, nacido en el vecino pueblo de Guadarrama y talleres especializados en este noble arte decorativo tan en boga en tiendas, cafés y tabernas de finales del XIX y principios del XX. Gremio de artistas que se va perdiendo con las modernas técnicas de grabado del vidrio.

El Croché es de esos cafés en los que nunca pasa nada pero que en cualquier momento puede pasar algo imprevisto o al menos te imaginas que algo va a ocurrir. Es, como se decía del Gijón, el lugar que menos se liga del mundo, pero como la esperanza es lo último que se pierde…. Es un espacio acogedor pero inacabado en el tiempo. El Cafetín Croché tiene por derecho propio, el título y la condición del café intemporal, del café matritense, del café de estancias prolongadas, de tertulias, de amoríos o de citas clandestinas, del café de premios y de juegos de la oca o del parchís y en donde las conversaciones fluyen sin molestar, como de música de fondo se tratara, pero que no la escuchas, aunque notes su presencia y que siempre está ahí para acompañarte en tu propia soledad. Y aquí sentado sobre sus divanes rectos, empalados y algo tristes por el tono marrón oscuro de su terciopelo, he pasado revista y he recordado sentado algunas anécdotas que ocurrieron en este Cafetín.

Parece que todavía estoy viendo entrar a un personaje inefable al que llamaban “mi caballo murió”, hombre a unas gafas pegado, perfectamente pertrechado de ropa para cabalgar por los prados, laderas y hasta montañas escurialenses, con botas altas casi espejos azogados en negro, por su limpieza y pulcritud y de empaque algo anticuado.

  • Qué, ¿vienes de montar?
  • No he podido pues mi caballo está enfermo.

A los dos o tres días y casi siempre con mala intención, alguien le preguntaba:

–   ¿Por donde has montado hoy?.

  • Fui a la Herrería para montar pero el caballo tenía una pata algo estropeada y además ha pasado una mala noche.

Nunca se le vio sobre ningún penco y si se apura algo mas, cuando se subía a un burro, si es que alguna vez lo hizo, seguro que lo tiró del jergón al ver a tal guisa montado sobre su lomo. De ahí su mote de “mi caballo murió”.

Tribulaciones de un ex confinado por ahora.- 90

Tribulaciones de un ex confinado.- 90 

Me pregunta mi nieta si sé montar en bici. La contesto que claro que sé montar en bici pero ¿por qué lo preguntas? Abuelo- me contesta- es que la ministra ha dicho que los niños vayamos en bicicleta al colegio y como mamá no puede llevarme, tendrás que llevarme tu en bici. Pues lo lleva claro la ministra porque tengo la bici estropeada.

El Gobierno manda a los niños a ir en bicicleta y mientras gasta dos millones de euros durante la pandemia en evitar el virus en los coches oficiales y en otros gastos de mantenimiento. Parte de este dinero se ha dedicado a geles hidroalcoholicos, dotación de mascarillas, colocación de mamparas, pulido y abrillantado de vehículos etc. El número de vehículos oficiales de uso por el Gobierno  es de 775 más que en EE.UU, Francia o Alemania. 35.000 vehículos componen el parque nacional. Somos el sexto país del mundo en coches oficiales al nivel de Japón.

¡Que estará tramando el Presidente Sánchez! La situación actual me recuerda a ese niño que juega en su cuarto y no se le oye. Qué estará haciendo el niño para que no se oiga ni una mosca. Efectivamente alguna trastada ha preparado. Pues el Presidente, desde la vuelta de vacaciones, sólo ha hecho un mitin a los empresarios y una entrevista en la Sexta, su canal de televisión comprado a base de subvenciones. Por lo demás silencio. Se ha quitado la responsabilidad del inicio de los colegios y de la gestión de la pandemia. Ahora serán las Comunidades las que gestionen ambos grandes y graves problemas y si se estrellan, allá ellas en las elecciones. La Ministra de educación dice tonterías como lo de las bicicletas, pero no quiere saber nada del inicio del curso “pandémico”. Las Universidades calladas y su ministro podemita a las puertas de su cese. Sánchez sigue pidiendo unidad a los partidos y a la vez atacando e insultado al PP con el que quiere llegar a acuerdos para aprobar los Presupuestos. Ahora dice que la situación económica depende de que el PP los apruebe. A la presidenta de Madrid no deja de atacarla a cuenta de la gestión de la pandemia y parece que él no se ha mirado al espejo. Lanza a todas sus huestes a preparar una moción de censura a la que parece que Aguado no acepta. Está claro. El PSOE sólo consigue gobernar a base de mociones de censura.

Mango se suma a Carrefour y Frigo para excluir el castellano de sus tiendas en Cataluña. ¿Para cuando las sanciones a estas empresas?  Otra empresa más en mi lista para no comprar.

Si la fusión Bankia- Caixa se lleva a efecto con el cabreo de Iglesias, yo después de más de 50 años en Caja Madrid, hoy Bankia, me largo a otra entidad. No entiendo una fusión con los catalanes aunque se hayan llevado a Valencia el domicilio social. La que fue la Caja de Madrid y de los madrileños será catalana, no lo duden.

 

El Cafetín Croché 16 (continuación)

El Cafetín Croché 16 (continuación)

Charlando en un café,

ajenos al murmullo de otras mesas,

al trajín de las tazas, a la entrada de tipos

que dejan los abrigos junto a ellos.

Con los ojos clavados uno en otro,

una chispa airosa en la sonrisa,

un resplandor muy dulce,

en las nubes de una combustión:

ningún amor se entiende desde fuera,

ninguno.

( de Luis Muñoz del libro “ Manzanas amarillas” ) 

En las paredes de esta zona, una colección de billetes antiguos, junto a un billete de 1.937 del Consejo Municipal del Escorial de la Sierra de 50 céntimos, moneda que circuló por estos parajes durante la Guerra Civil, y que está firmada por Piris y Carrizo, parecen querer que esas dos Españas se hagan amigas y se olviden de una vez para siempre de odios y rencillas. Una barquillera de latón, quizás recordando a la buena de Doña Crescencia, barquillera de honor de San Lorenzo, que nos deleitaba, con sus barquillos y cucuruchos de pipas, delicias de paseantes, primero en la Plaza de los Jardincillos y luego en Floridablanca. Barquillera que nos recuerda niñeces de parisien o de rubios barquillos cilíndricos de dos o tres vueltas; rueda de la fortuna- si no te tocaba el clavo- siempre cual zurrón al hombro del barquillero castizo y chulapón, siempre presente en paseos, parques y verbenas que vociferando ¡barquillos; parisien! daban un colorido chulesco a los ambientes madrileños con su palpusa de cuadros, el safo al cuello y su chopín gris sobre la babusa blanca. Esta barquillera de antaño hace guardia junto a una gramola antigua, muda también como las radios de madera.

Es una zona diferente que se busca al entrar al Cafetín y cuando se descubre, los ojos de las parejas se hacen cómplices y asienten sin mover un músculo. La mesa del fondo de este espacio, solitaria en muchos momentos, sería la ideal para que Ramón Gómez de la Serna escribiera en ella, pues a él le gustaba escribir hasta las primeras luces del día en su buhardilla y luego trasladarse mas tarde a un café solitario y no con el ambiente de tertulias ruidosas como el Gijón.

En toda esta decoración del Cafetín Croché, echo algo de menos. Echo de menos al cerillero de todo café que se precie, vendedor de humo o de números de la suerte, de postales a turistas o confidente de alguna cita, y que debe estar apostado como perro guardián cerca de la puerta de todo café o como en este caso, aunque sólo sea cafetín. En el sitio en que creo debería estar el buen cerillero, existe un Tablón de anuncios que si te decides a leerlos puedes quedar extasiado con lo que allí se expresa, se solicita o se anuncia y bien puede servir para iniciar una Antología del Anuncio de Tablón. Allí he leído el 29.03.01: Escuela de Arte Matisse:  “Curso de tango argentino impartido por Fabiana Bassa” ; Maribel Corral : “Naturópata- Osteópata. Especialista en terapias manuales”; Uno de teatro : Nos gusta el teatro y queremos montar “ Fools for Love” de San Shepard. Necesitamos dos actores; Tertulia en la Sierra : “Busco personas con buena formación. Ideas progresistas. Carácter innovador. Creatividad e iniciativa.”; “Lector animador. Ancianos, enfermos… cualquier edad. Julián Diaz Cantarero”. Una tarjeta que dice : “ Maripi Serrano: Blusas y baño Brasil”. Otra anunciando un gabinete de Psicólogos; una tarjeta de un abogado con poco trabajo, me figuro; un anuncio de muebles y dos fotos de magos anunciándose. Arriba una NOTA : “ Las tertulias y anuncios expuestos en este tablón se renovarán los días 1 de cada mes”. Después de leerlo no he echado en falta al cerillero; es magnífico.

Alfonso González, en su rincón del Café Gijón.

                                      Alfonso González, en su rincón del Café Gijón.MIGUEL GENER

Del Croché me gusta casi todo. Me gusta su luz tenue que emana de las lámparas bronceadas Art-Deco del techo y de las lamparitas de las mesas con cristales de colores; la luz de las velas al anochecer, la que se filtra por las ventanas tamizada por labores de croché, suave y sin resol pues trasladan fielmente la penumbra del callejón de San Lorenzo. Me gusta su atmósfera tranquila, a veces inquietante, revolera o revoltosa, pero que va calando en el cuerpo como fina lluvia del norte. Me gusta el ruido de las cucharillas al remover el café napolitano, el del timbal de los dados en el cubilete o el seco chasquido de la ficha de dominó al colocarla sobre el tapete blanco de mármol.

Me gusta casi todo del Croché. Me gusta que sea un espacio medible por ojos geométricos. Un espacio asequible y sin distancias que distorsionen la vista, el oído o el olfato. Me gusta que no tenga demasiados espejos- tiene uno pero queda disimulado por fotografías de asistentes a las tertulias- pues la imagen en un espejo no es efímera, siempre te reconoce y guarda tu imagen en el recuerdo. Si vuelves te verás en él. No le provoques pues te sacará lo que fuiste. No seas inconsciente. Te recordará tu juventud hoy ajada, y te enseñará todas y cada una de las arrugas o surcos del arado de la vida en tu cara. Es traidor pues te delata tus miserias cuando te miras en él. Dos espejos, uno frente al otro, te llevan al infinito como en un túnel del tiempo, y al final te ves como flor marchita. Es cruel. Te mira cuando pasas de él. Los espejos no te quieren pues te sacan todos tus defectos. Por eso Manolo tuvo el acierto de poner pocos espejos en el Croché. No quería que sus clientes vieran el paso del tiempo que en Croché no existe, pero que sí era motivo decorativo, recurrente e impertinente en los cafés de antes como los que existían en Candelas, o los de la Fontana de Oro; el espejo de Lhardy con un gran marco de talla en madera dorada que mira y se deja mirar desde el fondo del local y en el que se han fotografiado varias generaciones de la selecta sociedad madrileña; los del Café Gijón o del Universal, el llamado café  “de los espejos” por la gran cantidad que tenía colgados de sus paredes. Sólo puso uno para no tener que decir, como Cesar González-Ruano “estoy solo entre un laberinto de espejos, como el niño perdido en un bosque poblado de fantasmas geométricos”.

 

El Cafetín Croché 15

El Cafetín Croché 15 (continuación)

Capítulo V

El Croché por dentro

En aquel Madrid de los siglos XVIII y XIX existieron cafés suntuosos con una decoración muy barroca, como el Café de la Iberia situado en la Carrera de San Jerónimo frente a Lhardy; con estrechos aposentos tertulianos como el Levante que estaba decorado con magníficas ilustraciones de Alenza; existieron cafés pequeños y con patio acristalado como el Lorencini, uno de los mas antiguos de Madrid y situado en la Puerta del Sol entre las calles Carretas y Espoz y Mina cuyo interior fue decorado por Ribelles; los había distribuidos en dos o tres recintos distintos como el de La Fontana de Oro que tenía la zona del café y otro recinto al fondo, formando ángulo, en el que se hacían las reuniones políticas, que mantenía las vigas de madera al descubierto y arcaico y trasnochado con una decoración exigua. Aquí las mesas eran de pino pintadas de color caoba con un tablero, también de pino pero en este caso pintado de blanco a imitación de mármol. Los había decorados con gran profusión de espejos, como el Universal o con 16 huecos a la calle y “71 veladores de cristal, 80 mesas de mármol de Italia, 600 sillas tapizadas y las mesas de billar de caoba maciza, con las bandas en palosanto y palorrosa y  sobre sus muros 10 relojes”. Este café, el Imperial, ocupaba los bajos y parte de la entreplanta del Hotel París y daba a las calles Alcalá y Carrera de San Jerónimo. Locales espaciosos como el Café de Madrid, que era un patio cubierto y con salida, después de atravesar un corredor, a la Carrera de San Jerónimo.

El Cafetín Croché es más personal en su decoración que otros muchos cafés de ésta y de otras épocas. Consta de tres estancias, mejor dicho de cuatro, lo que ocurre es que en la parte de la cocina nunca he entrado o no me han dejado entrar. En cada una de ellas la decoración asemeja a un pequeño y personal rastrillo con una unidad de criterio aunque diferencial en sus modos de tratar aquello que allí se va a realizar. Su decoración huele a rancio abolengo de lo antiguo, al olor familiar de la naftalina de un armario ropero. El ocre color de sus paredes se debe de adivinar ya que está casi tapado por colecciones, en serie fotográfica, de postales y fotos antiguas, ya amarillentas recordando aquel otoño que fue, tarjetas ya oxidadas de tono amarillento o gris plomizo que perdieron su color original; fotos de amores recortados sobre fondos falsos como la vida misma; de cuadros en los que se guardan colecciones de vitolas de cajas de cuchillas de afeitar, de papel de liar cigarrillos o de postales escurialenses de las de antes, todas de la  colección particular del Cafetín y que desde su propia estafeta se puede enviar a un amigo. Junto al rincón maravilloso, de entrando a mano izquierda, desde donde se divisa sin ser casi visto, cuelga una colección de bastones que para él la quisiera el gran Antonio Gala y que aunque tienen un artilugio para impedir su guinde, yo conseguí con algo de maña y astucia, sacar uno y no me lo llevé porque no soy un chorizo, pero eso sí, alerté de la fragilidad del invento. Y junto a ellos una colección de boquillas de cristal muy de los años veinte. Cartelería romántica de Moët Chandón, de anuncios estomacales cómo el de Saiz de Carlos o el famoso de los Chocolates Matías López cuya fábrica estaba en El Escorial de Abajo, pueblos éstos, el de Arriba y el de Abajo, que son como dos hermanos permanentemente cabreados a pesar de estar unidos por la cuesta de la Estación.

fotos y vídeos de Bar Cafetín Croché

Todos estos objetos nos parecen inverosímiles en estos tiempos y se nos hace difícil creer que hubieran existido alguna vez, pero aunque ya no se ven ni se usan, sí es verdad que existieron dando un uso discreto y silencioso a los que los utilizaron. Aquí en Croché, viven muchos objetos que se nutren de su pasado, que fueron deshauciados y  como dijo Cesar González-Ruano “triste condición la suya si ya ni siquiera pueden ofrecerte por todo lo que ya no valían”, y que en su inutilidad cuelgan de las paredes, paredes llenas de miles de palabras que fueron recogiendo en sus veinte años de vida y que se quedaron pegadas como moscas a la miel.

Sabia y acertada decisión. A pesar de que el magnífico gregueriano Gómez de la Serna dijo que “de una bella espalda descotada nació la televisión”, sus  dueños  dijeron NO a la espalda descotada, es decir a la televisión y ello a pesar de que a un año vista, se celebraban los Mundiales de Fútbol en España. SÍ dijeron, en cambio, a las radios de madera, algo caducas y ya secas de voz que decoran el Croché, que solo transmiten recuerdos y son mudas testigo de las muchas tertulias familiares o de amigos que aquí se desarrollan y de radionovelas amorosas que se representan bajo ellas en las mesas de mármol del café.

Antes de bajar a la cripta del Croché, se pasa por la zona de tertulias de amigos que van a charlar o juegan a los distintos entretenimientos de los que consta el Cafetín o esas tertulias de dos que juguetean y se besan ante la atenta mirada de cartón de un monaguillo que con su hucha entre las manos, parece querer pedir algo pero es respetuoso y no lo hace pues le pusieron allí de vigilante y guarda de amoríos. La zona cambia su decoración. Parece el cuarto de estar de una casa donde vive mucha gente, con paredes de labores de croché colgadas de barras de latón a modo de blancas cortinas de hilo con angelotes, sofacitos para dos y seis veladores redondos mas pequeños que los de fuera, como queriendo dejar mas espacio al amor puro que allí se profesan jóvenes y no tan jóvenes novicias y seminaristas del amor eterno.

(continuará)

El Cafetín Croché 14 (continuación)

El Cafetín Croché 14 (continuación)

La barra en un café de los de antes no tenía sentido. La tertulia era sentada y alrededor de las mesas para calentar, así, el frío mármol de los veladores con las arengas políticas, recitales o lecturas de los poetas bohemios que lo transformaban en cálido, caliente y amoroso como una buena pañosa de invierno. Pero la barra se impuso, a pesar que desde las mesas, en amigable tertulia, las cosas se ven de otra manera, sin prisas que apremien. Y en la barra se fueron haciendo tertulias, menos cafeteras y mas alcohólicas ante la atenta mirada del barman, jefe de barra, fabricante de ilusiones alcohólicas de nombres ingleses. La barra es confesionario de los solitarios, individualistas o misántropos pero también es y ha sido lugar de tertulia, tertulia en posición de cuerpo presente, pero al fin y al cabo tertulias.

La barra hoy día, se constituye en atalaya, mirador o balconada a la que asomas tu curiosidad y desde donde vigilas a los demás creyendo que no te ven y que por mucho que disimules al final siempre te dirán al salir:

  • Adiós Fulano, ¡que ya no saludas a nadie!

En la barra, pasas revista disimulada a los divanes aterciopelados en los que se habla de amores olvidados, primerizos o todavía acalorados, en los que se fabrican los sueños mas peregrinos o se proyecta un viaje; en los que las parejas hablan para no callarse y parecer dos desconocidos sentados en un autobús con la mirada perdida en sus propios pensamientos sin importarles lo que pasa a su alrededor.

Y así también es la barra del Croché.

A partir de las doce de la noche se produce una animación, siempre inesperada, que viene de aquí o de allá y recala a pasear en Croché o a dejarse ver que también es fórmula para que hablen de ti. A esta hora no hay brujas pero si aparece el buscón que busca algún bocado que llevarse a la boca después de haber mal cenado; el inspector de ambiente que no gasta nada mas que en miradas, algunas libidinosas y otras de curiosidad, pero que siempre inspecciona y no toma nada a no ser que alguien le invite. Alguna pareja que espera que pase la hora de las brujas para empezar a vivir de forma intensa la noche. Esos cuatro- dos parejas- que han ido porque  allí se juega y no saben que en este casinillo sólo se juega a la oca, parchís o a la tres en raya. Esa pareja que sólo quiere el silloncito de dentro para poder besarse y que sólo les vean los que hacen lo mismo, es decir nadie. Algunas tertulias que se han prolongado un poco porque mañana no tienen que ir temprano al Ayuntamiento o al Patrimonio a acompañar a turistas por las entrañas de Palacio.

Y a todas horas, Manolo Miguez, figura estilizada de Botero, hace su particular paseillo, que lo realiza como nadie, saliendo y entrando al callejón con su mejor estilo torero, ya que para esto de la hostelería y la restauración hay que ser muy torero y saber parar, mandar, picar, banderillear y dar la estocada en el momento adecuado y en el sitio justo.

Manolo ha pasado por todo el escalafón del toreo gastronómico o de la hostelería en general. Fue maletilla en el coso de San Pancracio, plaza muy popular en Madrid, novillero en El Horizontal, cuando Tomasín, el de las patatas fritas, se hizo con esta plaza; y peón de brega en Los Robles, plaza hoy desaparecida en la capital de España. Fue maestro compartiendo cartel en el Charolés y después se quedó como único espada, para unos años mas tarde y en la actualidad toreando un mano a mano con Mari Cruz, su encantadora mujer, también torera, con arte literario y poesía en sus lances, en el Croché. Aquí tomó, Manolo, la alternativa hace veinte años y sigue estando en el primer puesto del escalafón. Sigue desplegando su capa para dar una revolera o una media verónica, que borda, en el momento adecuado. Saber torear  de muleta y su sitio siempre está en la cara del toro. Sabe bajar la mano y de vez en cuando pone un par de banderillas “que quita el sentío” con maestría, tacto y buen hacer. Ha toreado toros azabaches, colorados, berrendos, jaboneros o mulatos; botineros, calceteros o meanos, que de todo hay en estas plazas. Ha toreado por gaoneras, por chicuelinas y verónicas; al natural y con la derecha. A veces se recrea haciendo un estatuario o dando un trincherazo para poner después al toro en suerte. No suele hacer faenas de aliño, sino para cortar las dos orejas y el rabo que lo prepara magníficamente en su “ casa de comidas”. Y todo ello acompañado por su magnífica cuadrilla: Julio, el Abuelo, su peón de confianza y mozo de espadas que lleva veinte años con él; Juan Carlos; Luis; Iván y Manolo.

——–o0o——–

(continuará)

 

 

 

 

 

Tribulaciones de un ex confinado por ahora.- 89

Tribulaciones de un ex confinado por ahora.-89

Blog 89

Mucho calor en Madrid y los datos de la pandemia no mejoran. El Presidente se olvida de sus responsabilidades y se las enchufa a las Comunidades. Iglesias silente y desaparecido ante los continuos problemas judiciales. Con lo que le gusta hablar ahora parece mudo. Mientras el Presidente apoya a Podemos y al vice y lo que no dijo cuando el PP pasaba por situaciones similares ahora lo dice: “esperar a las decisiones judiciales”

Me decía un camarero: “Este es un país de chiste”. Se refería al auto de un juez de Madrid de anular las normas de la Comunidad respecto a las horas de cierre de los bares y locales de ocio y a fumar en las terrazas. Dos días después  la noticia es que otro juez de Ciudad Real anula, entre otras medidas, que se prohíba fumar en la calle y se obligue a usar mascarilla en Alcázar de San Juan. Considera el juez que dichas medidas no reúnen los requisitos mínimos de proporcionalidad y vulneran de manera absoluta derechos fundamentales sin la debida justificación y motivación.

Hoy la noticia es que el juez del auto de Madrid dice ahora que él no anuló las medidas de Ayuso por lo que la prohibición de fumar sigue vigente. Parece que la orden de la Comunidad no tiene que ser ratificada por un juez y según los argumentos legales del juez las medidas siguen vigentes. No se si se ha echado atrás de lo que comunicó o si por el contrario lo que dijo en el auto sigue vigente y las medidas también. Ante este galimatías judicial sólo me queda decir como el camarero: ¡este es un país de chiste!

La decisión del Presidente de trasladar la patata caliente de la alarma sanitaria a las Comunidades, es una vergüenza y una dejación de funciones. Además según importantes juristas es contrario a derecho. La Constitución si lo permite pero en casos excepcionales de la Comunidad. Está claro que además de desatenderse del problema, ya le salió mal la otra vez, su responsabilidad la traslada a las Comunidades y si tienen problemas que les juzguen los votantes en unas próximas elecciones y ël quedar libre de mala gestión. ¡Sabía que era malo pero no tanto!

Hablaré del Escorial y de la droga. La detención del dueño de un bar parece que es un tema nuevo. Pues no. La droga lleva mucho tiempo en el pueblo y se conocen donde se vende y quien lo hace.