No pensaba escribir sobre el tema que ocupa estos días todos los medios de comunicación pero para quedarme tranquilo no he tenido mas remedio que hacerlo en estos días navideños. Se que lo que yo opine no irá más allá de estas páginas, pero como es una agresión a mis creencias voy a escribir y así me desahogo.
El pacto PSOE y ERC en el Congreso ha llevado a aprobar por todos los grupos menos por CIU y el PP, una proposición no de Ley solicitando al Gobierno que se aplique en España la sentencia del Tribunal de Estrasburgo sobre la supresión de los crucifijos en los colegios públicos. La razón es que vulnera la Convención de Derechos Humanos. Es decir que poner un crucifico en las aulas es vulnerar los derechos humanos, pero entrar en las aulas con velo, símbolo religioso musulmán, no vulnera nada y mucho menos los derechos humanos. La sentencia dice además que restringe a los padres a educar a los hijos en sus propias convicciones y es contraria a la libertad religiosa de los alumnos ¡Vaya tela!
A los dos días Zapatero sale a la palestra y dice que no está en la agenda del Gobierno este tema. Es decir que dentro de poco tenemos un decretazo de prohibición de los crucifijos en los colegios públicos y privados.
Lo que está claro es que la proposición no de ley aprobada y pactada, no es más que el calentamiento de lo que vendrá con la ley de Libertad Religiosa. ¿Recuerdan que pasó en 1.931 y siguientes? Quema de Iglesias y conventos, fusilamiento de sacerdotes y después la Guerra Civil. Sólo es un recuerdo pero no deja de tener validez.
Si se quitan los crucifijos habrá que quitar la cruz del escudo del Barça, la de San Jordi, la del escudo de Asturias, la de la Cruz Roja, los cruceros del camino de Santiago y de media España. Aquí en la Villa y San Lorenzo existen varios. Lo siento pero les quedan los días contados como a la Cruz al mérito turístico, a la Cruz al mérito policial o a la Gran Cruz de Isabel la Católica que pasará a llamarse el Gran Premio de Isabel la Pantoja.
Quieren también quitar la cruz de los colegios religiosos. Pero vamos a ver: cuando un niño entra en un colegio religioso es porque sus padres quieren inculcarle los valores que propugna la religión católica. Después ya tendrá tiempo de elegir y hacerse budista, mahometano o mormón. Pero ¡cómo se va a quitar de un colegio religioso su símbolo de identidad!
Me eduqué en un colegio religioso, regentado por Marianistas y allí nos formamos bajo el símbolo de la Cruz todos mis hermanos, primos y un montón de gente hoy muy conocida. Los que no quisieron seguir la religión y hoy se confiesan ateos, eligieron ese camino una vez salieron del Colegio. Quiero decir que a nadie se le imponía ser católico y a nadie creo que le molestaba la cruz presidiendo las muchas horas que pasábamos en el aula. La cruz presidía las horas, las lecciones y la lectura de las notas todos los viernes, encima de la gran pizarra verde que ocupaba todo el frente de la pared. Allí bajo la cruz nos enseñaron el valor de la amistad, del trabajo, de la solidaridad, de la familia, de la lealtad y de tantos otros valores que hoy están en entredicho o en desuso.
No voy a entrar en lo que la cruz significa para la historia de España, de Europa, para los católicos y para los que no lo son pero, por favor, que respeten los símbolos de la mayoría católica de España. Hasta un ateo declarado como Tierno Galván, siendo alcalde de Madrid mantenía el crucifijo en su despacho porque decía que era un símbolo de paz.
La cruz la llevan al cuello los católicos practicantes y los que no lo son. Les arropa y no se la quitarían por nada del mundo.
Que problema puede causar la cruz a otras creencias que conviven en España. Ninguno. Siempre nos queda hacer lo mismo que hacen ellos con sus símbolos. Los tienes que respetar quieras o no. En caso contrario te deportan o te encarcelan.
La gran aportación socialista al fracaso escolar y a la reforma de la educación, hoy urgente y necesaria en todos sus ámbitos, es la de eliminar los crucifijos en las aulas. El fracaso escolar les da lo mismo mientras se produzca en aulas y colegios sin crucifijos en sus paredes.