Recuerdo que lentamente iba llegando la Romería. Agosto se estaba agotando y Septiembre nos abría sus puertas. De pronto en los cristales de todos los bares y comercios del pueblo aparecía lo que todos esperábamos con impaciencia: el cartel de la Romería de Ntra. Sra. La Virgen de Gracia de la mano de Antonio Cobos.
Desde pequeño Antonio es reconocido por sus dotes para el dibujo, por su voz para el coro, por sus piernas para el fútbol y por sus dotes declamatorias que le llevaron a formar parte del cuadro artístico del Colegio, llegando a hacer obras teatrales. Él mismo dibujaba los decorados y se encargaba de la escenografía.
Se licenció en Derecho en la Universidad Central aunque dedicó poco tiempo a ejercer su carrera. Ese mismo año trabaja como Ilustrador para Blanco y Negro y de Redactor del diario “El Debate”. Pasa a la redacción del diario “Ya” donde trabaja como cronista de Arte hasta su jubilación.
Tres fueron sus grandes amores: su mujer Amalia; Sevilla y sus cofradías y San Lorenzo y su Virgen de Gracia. Antonio Cobos amó mucho y de una forma entrañable a su querida Sevilla donde fue hermano de la Cofradía de la Virgen de la Amargura. Allí su dibujo se hizo bordado en seda en el “Sinpecado” de su cofradía o se hizo plata repujada en los ornamentos del trono de su Virgen de la Amargura, en la candelería o en unas sacras de plata que realizaría el artista Antonio Armenta para la Cofradía de Jesús del Gran Poder.
Si Antonio amó Sevilla, amó también y ¡cómo! a su querido San Lorenzo del Escorial. En sus veraneos, que duraban tres meses, hacía de todo. Lo mismo recitaba o narraba con Rosario Muro que participaba en obras teatrales; cantaba zarzuela o ayudaba a sus buenos amigos, Víctor Espinos, Fernández Shaw, Xavier Cabello La Piedra o el Maestro Parada, el compositor de la música del NODO, a organizar fiestas literarias, teatrales o musicales. Escribió y dibujó para periódicos locales configurándose su estilo en la Biblioteca del Monasterio al contemplar los grabados en madera de Durero cuya técnica del grabado, minuciosa en el trazo y en el dibujo a línea, vemos en algunos de los carteles de la Romería,
San Lorenzo le recordará por su vinculación a la Romería, de la que fue Romero Mayor entre 1.948 y 1.952. Durante el tiempo que duró su mandato, se construyó en el bosque de la Herrería la ermita de la Virgen, así como la carreta tallada y dorada, según su propio proyecto, por Alfredo del Moral. La experiencia acumulada en sus actividades artísticas en la Cofradías sevillanas la puso al servicio de la Virgen. De sus dibujos salieron las varas repujadas de los hermanos; el guión de la Hermandad y los frontiles y gualdrapas de los bueyes.
Pero Antonio siempre será recordado como el pintor de la Virgen de Gracia, ya que de sus pinceles salieron los 53 carteles de la Romería que dibujó hasta su muerte, siendo el pintor que mas carteles de un mismo tema ha pintado en el mundo para lo que se ha pedido entrar en el ese “olimpo terrenal” que es el Libro Guiness de los récords. En los 53 carteles que realizó desde 1.947, llenos de colorido gracias a la magia de sus pinceles, Antonio retrataba la perfecta imagen de la Romería dando vida a sus romeros, a los dulzaineros, a los bailarines del rondón y hasta los bueyes de la carreta de la Virgen. Ver bajo sus pinceles a los niños romeros en las carretas o bailando en la Herrería era una delicia y no digamos ver a la Virgen, más guapa y resplandeciente que nunca, gracias a los colores con los que impregnaba sus carteles. Algunas veces introducía caricaturas de personajes conocidos y hasta se autorretrataba: así vemos carteles con los Romeros Mayores; la subasta con Amparito Hernández a la que casi se la oye gritar; Alfonso Martín con su cara de buena persona; Gaby Sabau con su boina, albarcas, bota y garrota y a todos los bordaba simplemente con cuatro trazos y colores planos.
Con su muerte la Romería perdió al pintor de la Virgen y la gracia de sus carteles que cada uno es una obra de arte.
Nota: Felicidades por el precioso cartel de la Virgen de la Herrería 2.009.