Tribulaciones de un confinado.- 61
Hoy 9 de junio tengo un día complicado. No me apetece ir donde tengo que hacerlo porque la calle parece que ha decidido por sí sola pasar a la Fase 3 o a la” nueva normalidad” sin que nadie se lo ordene. Me da un poco de respeto y por qué no, de miedo. Las cifras siguen sin cuadrar. La forma de evaluarlas por las Comunidades y el Gobierno es distinta y hasta a la OMS no le cuadran y da más muertos que nuestras cifras oficiales. El Ministerio dice que no ha habido ningún muerto y las Comunidades dicen que sí y ya no les quedan argumentos para convencernos. Los político siguen insultándose y las cosas no mejoran. Así un día detrás de otro.
NO. Está claro y es de todos conocidos que este Gobierno no le gusta, entre otros muchos, a Rosa Diez. Sus ataques son muy duros y siempre con la verdad por delante. Es dura porque conoce la política, a ETA, a los que ahora militan en Bildu y los acuerdos que estos terroristas han llegado con el Gobierno. Los conoce bien porque los ha sufrido en su país Vasco.
Rosa Díez. He leído su colaboración en OKdiario, “Democracia en cuarentena”, y no puedo estar más de acuerdo con lo que escribe. Comienza, para centrar el tema, en que “decir NO es un ejercicio de libertad” y yo añado que es un ejercicio que nos la está quitando poco a poco. Comienza diciendo NO a la “Nueva NORMALIDAD” porque quiere vivir en una sociedad NORMAL no nueva. Dice NO a renunciar a las libertades y a ningún derecho para salir de la crisis; dice NO a una democracia en cuarentena como pensamos muchos de nosotros y dice no al reparto de los fondos europeos según sea quien gobierne en las Comunidades o sean nacionalistas, proetarras o golpistas quienes los repartan como ya han negociado. Y para terminar compara a Sánchez con Franco y su “España es diferente” que usó para tapar algunas restricciones de las libertades de los españoles.
Noticias.-Es curioso lo que me pasa. No veo las noticias en televisión, sólo las leo en el ordenador o en el móvil para poder comentarlas. Pero veo una cadena que cada dos horas hace un corto avance informativo, cortando la programación y siempre algo me dice que van a anunciar algo malo; que el Presidente ha hecho dimitir al “marqués y a la marquesa de Galapagar”; que ha dimitido él o que convoca elecciones para noviembre. Pero me he dado cuenta que es más probable que anuncien una mala noticia que se produzca lo segundo.
Búsqueda. Llevo varios días buscando la manera de cobrar algo más del Estado que me ayude con la pensión. He mirado en el Paro pero no me admiten porque ya cobro pensión; no me he apuntado al PER de Andalucía porque tengo una hernia discal y no podría trabajar ni las peonadas necesarias para cobrar; no tengo hijos a mi costa, nadie a quien cuidar ni ninguna invalidez, gracias a Dios, por lo que tampoco; no tengo ninguna ONG subvencionada que me ayude; no cumplo las condiciones para el Ingreso Mínimo Vital pero parece que si las cumplen los 700.000 inmigrantes irregulares que según las asociaciones podemitas pueden cobrarlo; tampoco soy un inmigrante por lo que me tengo que quedar como estoy mientras muchos de ellos cobran más que yo de pensión. Y me pregunto: si son irregulares ¿por qué pueden cobrar? ¿No será mejor que los manden a sus países de origen o regularicen su situación? Mientras a los toreros, banderilleros y picadores les niegan las ayudas por el COID-19 concedidas a los artistas. Debe ser que no lo son y por eso no tienen derecho.
Ignacio Camacho escribe en ABC su columna, dedicado al Rey Emérito que realmente no pasa por sus mejores momentos. La Fiscalía del Supremo va a investigar las presuntas comisiones cobradas por D. Juan Carlos en Arabia Saudí por el AVE. Las reflexiones de Camacho no van por enjuiciar el hecho presunto, sino el gozo de podemitas y separatistas que “pretenden instrumentalizar la causa a favor de sus aspiraciones republicanas. Lo que dice Camacho y es cierto, es que llevan mucho tiempo utilizando la figura de D. Juan Carlos para desacreditar a la Corona. Intentarán utilizar el procedimiento que se abra para atacar a su hijo que realmente es, con la Monarquía, su objetivo final. Y termina “Quizá lo más triste sea la forma en que el anterior Monarca ha destruido su formidable legado. Pero ya tiene una edad para responder de sus actos. No ante la Historia sino ante sus contemporáneos”.