Diputados y Senadores se desnudan

Diputados y senadores se desnudan

 

La semana pasada hemos asistido a un streeptease de nuestros diputados y senadores. A excepción de algunos, nuestros parlamentarios se han desnudado patrimonialmente a la vista de todos. Sus finanzas y patrimonios han quedado al descubierto en las páginas web del Congreso y del Senado.

En un análisis de las actas patrimoniales de nuestros políticos, se han detectado muchas anécdotas, curiosidades o simplemente mentiras que seguro que las hay.

Por ejemplo siempre se ha dicho por parte de la izquierda, que los ricos están en la “derechona”. Pues no es verdad. Entre los parlamentarios, Mercedes Cabrera, diputada socialista, es la primera en el ranking. Declara nada menos que más de seis millones de euros (mil millones de las antiguas pesetas), cantidad que entra dentro de los más ricos de España.

Otro triste ejemplo es el Damborenea, condenado por el secuestro de Segundo Marey, atribuido a los Gal, que cobra una pensión del Congreso de 2.061 euros. Asombra que un condenado nada menos que por secuestro, esté cobrando una pensión, pero es así. Junto con él otros 75 ex diputados y ex senadores cobran pensiones parlamentarias; 56 complementos a sus ingresos y 56 viudas tienen un asignación del Congreso

Algunas opiniones periodísticas son poco entendibles si bien se quiere quedar bien con los parlamentarios. Así en La Razón se dice que “la clase parlamentaria ofrece una radiografía económica razonable: ni “gente corriente” ni grandes privilegiados”.

Bono con un patrimonio de 1,8 millones y Rubalcaba con un millón procedente de una herencia de sus padres, según ha declarado son dos de los socialistas con más patrimonio. La ministra de Economía Elena Salgado es dueña de dos casas; una en Madrid y otra en los Alpes franceses y declara 740.000 euros y una plaza de garaje.

Entre los populares hasta cinco parlamentarios  superan o llegan al millón de euros. Destaca entre ellos López Amor con 3,5 millones de euros nada menos que con 11 pisos y 10 plazas de garaje en Madrid. Rajoy declara casi 600.000 euros en cuentas bancarias, fondos, acciones y seguros de ahorro además de un apartamento y una oficina en Pontevedra, una vivienda y un apartamento en Madrid y parte de otro en Canarias. Pero y esto es lo curioso, no tiene hipoteca ni vehículo propio.

En la radiografía encontramos algún dato sorprendente como el “indignado” Gaspar Llamazares que ha declarado tener más de 300.000 euros en cuentas a plazo e inversiones. Su justificación es que “mi patrimonio parecerá alto para uno de izquierdas, pero por ser de izquierdas no hay que vivir debajo de un puente”. ¡Déjalo Gaspar, no te justifiques que es peor!

Otras curiosidades como el despiste de Jesús Caldera que descubrió haber “olvidado” declarar un apartamento en Alicante y acciones por valor de 233.000 euros. ¡Vaya despiste Jesús! Además declaró otras dos viviendas. Durán Lleida sólo tiene en el banco 9.000 euros disponibles para pagar tres viviendas hipotecadas y el independentista catalán Ridao que declara siete casas, sólo tiene una hipoteca. Como vemos, casi todos los que tanto han criticado el boom inmobiliario, tienen en su patrimonio tres o cuatro viviendas.

En el Senado el ladrillo también tiene un peso importante. Casi todos tienen dos viviendas cosa más o menos lógica, pero existen algún senador que declara tener quince inmuebles entre pisos, locales, plazas de garaje y solares. Sería importante que se indicara el tipo de interés de las hipotecas y el Banco que las concedió pues a lo mejor encontramos alguna relación de partido entre el banco y el diputado. Hay algunos con más de 700.000 euros en hipotecas como Alicia Sánchez Camacho del PP.

Otro caso curioso es el del pobre Gómez, el que vapuleó Esperanza Aguirre en las últimas elecciones en Madrid, que es digno de dar pena: declara 1.400 euros en cuenta corriente teniendo tres sueldos: de diputado regional, senador y profesor de universidad. Pobre hombre, como tenga una avería en el coche no tiene ni para comer.

Todo este destape patrimonial me parece un juego de transparencia democrática pero sólo un juego. Una cosa es lo que se declara y otras la verdad de las cuentas patrimoniales. Para que estas declaraciones fueran nítidas y claras, faltaría ampliarlas con las declaraciones de la pareja y la de los hijos y quizás con la de las empresas en las que participa el diputado/a  o alguno de sus familiares más directos. También habría que saber con qué patrimonio llegaron a la política para conocer si se ha incrementado y en qué cantidad durante su paso por la política. Habría que comparar ambas cantidades para conocer su honestidad. Sin estas premisas nada se consigue con este destape, si no es la curiosidad y el morbo que despierta entre los ciudadanos. La prueba es que se llegaron a colapsar en la red las páginas del Congreso y del Senado durante muchas horas.

Todo esto me parece un paso, pero sólo un paso. Mucho habría que hacer para la transparencia y en definitiva para cambiar la percepción que de los políticos tienen aquellos a los que representan.

Si con este destape de las actas patrimoniales de los diputados y senadores y de sus cuentas corrientes, se quiere buscar núcleos de corrupción por aquí vamos mal. Para encontrarlos habría que hacer desnudar patrimonialmente a los que manejan el urbanismo, los concursos, las recalificaciones y hasta las contratas en los ayuntamientos. Muchos casos ya se han destapado pero quedan otros muchos -no todos por supuesto- que tendrían que aflorar. Seguro que en Marbella se hubiera conocido antes ese pozo de corrupción que se llaman Roca o Julián Muñoz y otros, si se hubieran publicado sus declaraciones  patrimoniales antes y después de llegar al Ayuntamiento marbellí.

En definitiva, los diputados y senadores son más ricos que el promedio de los mortales; están enladrillados hasta las cejas con un patrimonio importante en su haber pero algunos también con importantes deudas hipotecarias, quizás en mejores condiciones que los mortales; generan importantes ingresos y son conservadores en sus inversiones diversificadas en posiciones diferentes pero seguras, que les generan ingresos complementarios.

Como escribió Mingote en un chiste de hace unos días: “No me interesa cuánto os pagan a algunos políticos. Lo que me interesa saber es por qué”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *