Lo avisè. Algunos dìas de silencios pero he vuelto. El pueblo me recibiò con algo de resaca por los cuatro goles endiñados a la selecciòn italiana. No vì el partido pues volaba de Pontevedra a Madrid a la misma hora, pero gracias a la trampa de utilizar el mòvil nos enteramos del resultado porque el comandante sòlo nos diò el resultado de dos a cero en plan màs bien sieso. A lo mejor era independentista catalàn y no le alegraba el resultado. Hoy es lunes dìa de resaca nacional pero veo algo màs de movimiento que antes de marchar a comer marisco a la Rìas Bajas.
Parece que el veraneo ha empezado. Los Cursos de Verano estàn en su apogeo a pesar del coñazo que dicen que son los cursos de este año. Me presentan a Jaime Bores el presentador de «Madrid Directo» de Telemadrid y a su perro Felipe que viven en San Lorenzo durante todo el año. Me contò que empezaba las vacaciones el dìa 1 de Julio y que estaba encantado de vivir aquì.
La Cuesta de la Estacìon cada vez peor. Antes habìa un semàforo y esta mañana habìa dos. Pepòn, por favor, arregla este desaguisado o yo, al menos, no subirè al pueblo de Arriba ni para tomar un vino. Me figuro que te importarà una higa, pero entre el aparcamiento y el coñazo de la subida me quedo en la Villa.
Por el periòdico me entero que el sàbado se casò en el Monasterio el cantante venezolano Carlos Baute. Parece que quiso emular la boda de la hija de Aznar pues nada menos que le acompañaron 700 invitados. Despuès de la cereminio lo celebraron en el mismo sitio que la hija de ex-presidente del Gobierno: la finca del Campillo. Las bodas en la Basìlica del Monasterio son realmente impresionantes sobre todo si estàn acompañados por el òrgano y las voces blancas de la Escolanìa. Algunas bodas de famosos como la de Lola Flores y Antonio «El Pescadilla» hace 55 años o la de Rocìo Durcal y Junior han quedado para el recuerdo.
Me encuentro con Pepe Alvarez Estrada y me comenta que lee este blog. Le pido que me ayude a recordar temas de nuestra època pues se me van acabando y promete enviarte ideas y recuerdos.
Seguirè contando cosas.
Pido disculpas porque esta crònica se parece mucho a las primeras que escribì en «El Semanario Escurialense» hace casi cincuenta años.
