Todos los pueblos están llenos de pequeñas y grandes historias. Los nuestros no son ajenos a ello y todos conocemos las más importantes. Pero cada día surgen nuevas historias que vamos descubriendo.

Hace ya tiempo visité Praga una de las ciudades más bonitas y más cultas de Europa, donde la música y el teatro se unen en cualquier recorrido que hagas por la ciudad checa. Después de visitar los principales sitios y monumentos de su larga historia, recordé que mi suegra, devota del Niño Jesús de Praga nos había pedido estampas y medallas de su querido Niño Jesús. Gracias a una azafata que nos acompañaba nos trasladó en coche hasta la Iglesia de Santa María de la Victoria, en la calle carmelita del barrio de Malá Strana donde rezamos y compramos las medallas.

La leyenda cuenta que un monje español hizo la talla del Niño Jesús para que protegiera un monasterio cerca de Sevilla contra los moros que ocuparon la península ibérica durante muchos siglos. Al no poder tallar la cara en la figura, apareció frente al monje el Niño Jesús y le ayudó a terminar su obra. La estatua protegió no sólo el monasterio sino toda la península que más tarde fue liberada del poder musulmán. El Niño Jesús de Praga (en checo Pražské Jezulátko) es una estatua de Jesús en su etapa infantil esculpida en cera, que se encuentra en la iglesia de Santa María de la Victoria (Kostel Panny Marie Vítězné), en la calle carmelita del barrio de Malá Strana, en la ciudad de Praga, originariamente iglesia luterana, consagrada a esta advocación de la Virgen surgida de la batalla de Lepanto y entregada a los carmelitas descalzos en conmemoración de la victoria.

La historia de esta pequeña estatua de cera es sorprendente e impresionante por los avatares por los que durante muchos años atravesó. Se cree que fue esculpida en España en el siglo XVI. Se piensa que esa estatua pasaba de padres a hijos varones de la familia de los Condes de Treviño y Duques de Nájera (Manrique de Lara) que eran embajadores perpetuos de la Monarquía española en Praga. La imagen fue regalada en 1628 a los carmelitas descalzos que regentaban la iglesia por Dª Polixena Lobcowicz, quién a su vez la había recibido como regalo de bodas de su madre, Dª María Manrique de Lara. La imagen, elaborada en cera, ha sido objeto de grandísima devoción hasta el momento presente, en que sigue recibiendo las peticiones de los fieles, teniendo una muy extendida fama de milagrosa. Durante el siglo XVII, sufrió diversos avatares, en el trascurso de los saqueos de Praga, por tropas sajonas y durante la invasión sueca, en el trascurso de los cuales perdió los brazos, que hubieron de ser remplazados por otros. La devoción a esta figura fue difundida en España y por todo el mundo por la orden de los Carmelitas.

El primer monasterio de las carmelitas descalzas se fundó en San José de Ávila en 1.562 un año antes de la primera piedra del Monasterio del Escorial. En San Lorenzo también existe un monasterio carmelita donde, ya pocas monjas, reviven cada día la vida contemplativa y de oración que predicó Santa Teresa de Ávila. La Madre Maravillas, que entró en el Carmelo del Escorial en 1.919, tras profesar tuvo la inspiración de fundar en el Cerro de los Ángeles y tras el permiso correspondiente del Arzobispo de Madrid, la santa con tres compañeras salieron del Escorial con lo puesto y algunas mantas y libros para los rezos. En este Monasterio escurialense se encuentra una copia exacta de la imagen del Niño Jesús de Praga.

Durante la celebración de las Fiestas en honor de la Virgen del Carmen, el Barrio del Carmelo se llena de alegría. Cada año se elige entre los vecinos del barrio una Comisión de Fiestas que preparan un amplio y variado programa que convierte al Barrio del Carmelo ó de las Casillas en un espacio festivo. Tras la Misa celebrada el día de la festividad de la Virgen en la Iglesia del Sagrado Corazón de las Carmelitas Descalzas, se celebra la procesión que recorre las calles del barrio. No se actualmente, pero recuerdo que la imagen del Niño Jesús, copia del Niño de Praga, acompañaba a la Virgen del Carmen por las calles del Barrio.