Serranos sin Romería

Serranos sin Romería

El Escorial está triste, ¿Qué tendrá el Escorial? Es septiembre y comienza la salida de las ganadas vacaciones de muchos gurriatos y caciques y El Escorial languidece. La Romería es el punto de inflexión. A partir del segundo domingo de septiembre y mientras las castañas comienzan su caída, San Lorenzo y la Villa se vacían. Parece que este año va a ser menos por culpa del virus asesino.

Subo de Madrid al Escorial y esta vez voy a dar mi paseo “diabético” a la Casita de Arriba y disfruto de sus vistas y jardines. Me cruzo con Cristina Alberdi en Timoteo Padrós, gran andarina y amante de este pueblo  y sin conocerla me da los buenos días como hace toda la gente de buena voluntad. Sigue perfectamente despeinada y en gran forma.

El aperitivo en la plaza me regala una sorpresa. En los tres balcones del hotel De Martín encima de las Viandas, aparecen tres preciosas figuras que recuerdan las estatuas del maravilloso retablo del Monasterio que trazó Juan de Herrera y que Pompeo Leoni, Jacome Trezzo y Juan Bautista Comane  realizaron. Una parece ser uno de los Doctores de la Iglesia que lleva una reproducción del Monasterio en una mano y la otra figura parece  una de las estatuas que componen la parte central del retablo. El mirador central lo llena una reproducción de la Virgen de Gracia, no tan bien conseguida, que completa este bonito decorado para recordar que iban a ser las figuras centrales de la carreta que acompañarían a la Virgen en su Romería. (No he podido reproducir la foto)

 

Hermandad de Romeros de la Virgen de Gracia - Inicio

La tristeza por la situación actual se torna hoy en silencio. Silencio de las bombas que a las 6 de la mañana anuncian el inicio del Rosario de la Aurora. Silencio de la Misa Romera en la Herrería, de los bares, de los cafés del chinchón y silencio del Miranda para reponer fuerzas con café churros o picatostes. Silencio del cortejo romero, de la dulzaina de Zapatones y del tamboril. Silencio del rondón, de la alegría de las peñas de la subasta y de la vuelta a casa. Silencio de la Salve bajo el Arco y de las lágrimas cuando se inunda la carreta de la Virgen de pétalos de rosa.

La Virgen lo comprende y sólo pide a los romeros que este año dediquen un recuerdo a los que sufren y han fallecido por la pandemia y la recen una Salve por todos ellos. Ya vendrán tiempos mejores.

 

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