A pocos metros de la Plaza de Cervantes, de la famosa Universidad y de la Hostería del Estudiante, Alcalá de Henares acaba de inaugurar un Parador en el antiguo convento de Santo Tomás de Aquino. El edificio parece que data de 1.499 y perteneció a la orden de los dominicos. Con el tiempo el antiguo convento pasó a ser colegio, reformatorio e incluso cárcel y hoy se ha convertido en un moderno hotel con la calidad y gestión de Paradores Nacionales seña de identidad de España y que las Comunidades luchan por que sea transferida su gestión especialmente a Cataluña y al País Vasco. Espero y deseo que nunca se traspase esta competencia pues es de las pocas identidades que nos quedan.
Espacio silencioso y acogedor en el interior que recuerda, al pasear por su claustro, aquello que fue, pero al que han sabido dar un aire moderno con decoración ajustada y ambientes actuales. Habitaciones especiales rodeando el claustro recién restaurado; otras rodean a un moderno jardín japonés y las demás en un pabellón del siglo XIX. Duchas especiales y masaje en su spa, completan este moderno establecimiento que junto a sus fogones cervantinos dará mucho que hablar.
Sinceramente, mientras leía las características arquitectónicas y hoteleras de este segundo parador de la Comunidad de Madrid, sentía mucha envidia aunque fuera sana envidia que es la fórmula que se utiliza para no pecar. Y recordé que hace unos años aparecía en todos los medios la posibilidad de hacer un parador en San Lorenzo de El Escorial. Estamos rodeados de paradores: Alcalá de Henares, Chichón, Toledo, Ávila, La Granja y Segovia pero un lugar como el Real Sitio de San Lorenzo no goza de estos maravillosos establecimientos hoteleros.
El lugar elegido, y hablo de memoria, era la llamada Casa de la Reina, hoy de uso residencial como lo fue cuando Juan de Villanueva realizó su primera gran obra en San Lorenzo en 1.770-1.976. La que fue la Casa de familias de los infantes D. Gabriel, D. Antonio Pascual y Francisco Javier para ellos o sus servidumbres se sitúa en la Lonja entre la Casa de las Pizarras y la Casa de la Compaña que pertenece a la Universidad María Cristina. Tiene entrada por La Lonja y por la calle Floridablanca salvando el gran desnivel existente por dos amplias escaleras de piedra que recuerdan, según Chueca Goitia, a las escaleras de los modernos palacios romanos.
Edificio de piedra granítica, simétrico y con referencias a la portada del Monasterio cuyo eje es una prolongación de su puerta principal. La gran complejidad espacial del interior, con viviendas de distintas tipologías, de una y dos plantas, no se percibe al exterior. Su fachada es simple, con un ritmo uniforme y continuo de huecos, siguiendo la simplicidad de las fachadas de la Primera y Segunda Casa de Oficios.
La idea de su transformación en Parador se fue diluyendo y hoy no parece que sea factible. Se habló primero de la falta de aparcamiento para el Parador y se hizo el de la plaza del Ayuntamiento ¿quizás pensando en ello? Después se habló de la complejidad de la obra debido a la dificultad de espacios interiores aunque muchos arquitectos desearían realizar un proyecto como éste. Existen Paradores ubicados en edificios antiguos con mucha solera, con muchos siglos a sus espaldas y muy mal conservados, y cuya rehabilitación ha sido mucho más complicada que la que sería la de la Casa de la Reina en muy buen estado de conservación. Pero no olvidemos que también existen muchos de nueva planta o en edificios modernos rehabilitados. Recuerdo el de Bayona en Vigo, el de Segovia, Toledo, Aigua Brava que fue hotel, Nerja, Torremolinos o Mojácar. ¿Por qué no uno en El Escorial? Espacios existen para ello: El Felipe II, El Enebral sería un magnífico espacio, el Campillo o junto al Valle de los Caídos etc. pero creo que es mejor que los busquen los que mandan en nuestros pueblos, pero que no dejen de dar la vara para tener un parador. Mucha gente se lo agradecerá.