Tribulaciones de un nuevamente confinado.- 98
Hoy día 8 de enero del nuevo año es otro día para olvidar. Parece que Madrid no recibía desde hace 50 años una nevada como la que está cayendo. Recuerdo que en la nevada de enero del 2.018 fue enormemente criticada por la oposición, es decir por Sánchez e Iglesias por la falta de previsión del Gobierno de Rajoy. Hoy la imprevisión del Gobierno no puede ser criticada. Para Marlaska y el ministro Abalos todo está perfectamente controlado y ejecutado pero por ejemplo los policías se quejan de que no tienen cadenas para sus coches y poder hacer su labor en la capital de España. Mientras la luz no para de subir, justo en estos días en los que el consumo se hace mayor es decir más pasta para las compañías y muchas, muchísimas familias sin poder encender la calefacción. Aquí recordar como echaban espuma por la boca contra Rajoy por no frenar las subidas de un bien indispensable para días como los de la borrasca” Filomena”. Iglesias se quita de en medio justificando que tiene poca influencia en la Moncloa.
Por cierto una dirigente de Unidas Podemos crítica que la borrasca Filomena tenga nombre e mujer. No queréis la igualdad pues las borrascas se las llaman con nombres masculinos y femeninos. Su justificación es que a todos los desastres les ponen nombre de mujer. Con todos los respetos señora: es usted una imbécil.
Si creíamos que el 2.021 debería iniciar el cambio hacia la “nueva normalidad” que así llama Sánchez a lo que debería estar ocurriendo desde hace muchos meses viene Filomena y se carga todo. Cosechas por los suelos; Madrid cerrado por la nieve; colegios, universidades y centros educativos cerrados hasta el miércoles; miles de camiones parados en las carreteras con peligro de desabastecimiento; Sánchez preparando la subida de impuestos; los de Podemos diciendo barbaridades como la que propugna una dirigente de entrar desnuda en las Iglesias; el ministro Illa se va a Barcelona para hacer campaña a las elecciones catalanas, pero no deja el Ministerio ni con agua hirviendo.
Estoy harto. En pocas palabras: esta es la situación de hoy y mañana peor.